Cristy Solórzano es un cúmulo de metas cumplidas, sueños y aspiraciones a perseguir. La joven moreliana de 16 años de edad es una promesa viva del deporte blanco: el tenis. Actualmente, aunque mantiene sus estudios de preparatoria con excelentes calificaciones, se desenvuelve en el deporte de la raqueta con buenos resultados.

La pasión de Cristy por el juego del tenis comenzó desde muy temprana edad. Debido a el gusto familiar por dicho deporte, ella compitió por vez primera cuando tenía la edad de ocho años. En ese
entonces, participó en el Circuito Campeones de México Infantil-Juvenil en Zamora. Desde ese tiempo, la moreliana supo que era lo suyo.

 

“Mi papá era muy deportista. Él jugó en altos niveles competitivos del tenis. Por ello, a los 4 años me metió a mis primeras clases y desde el primer día me encantó. Desde ese instante, se convirtió en algo cotidiano: era diario, inclusive los fines de semana y hasta las vacaciones de verano eran de jugar. Además, mi hermano también comparte el gusto por el mismo deporte”, precisa Cristy.

La lista de deportes que practica, es muy amplia. Desde gimnasia hasta el golf y hasta el fútbol soccer. Inclusive, por mucho tiempo, estuvo ligada a la danza del ballet. No obstante, su participación
con el tenis es constante; lo que más le apasiona. “Me gusta más el tenis porque reflejo mi personalidad y mis emociones dentro de la cancha. Es como el reflejo de todo lo que soy. Concada golpe sacó todo lo que tengo adentro”, afirma la joven tenista.

A los 10 años, Cristy empezó a participar en las Olimpiadas Nacionales Juveniles, donde representó al estado de Michoacán. De ahí, las competiciones vinieron por montones. Viajó a múltiples entidades para jugar al tenis: Aguascalientes, Estado de México, Veracruz, Monterrey, Yucatán, entre otros.

Luego de haber estado sin actividad en el tenis, en el 2016 empezó a entrenar de nuevo y en solo 4 meses quedó posicionada en el lugar 7 nacional. Poco después, en el 2017, tuvo una actuación destacada en el Torneo Pablo Arrollo.

“Mi técnica consiste en la famosa ‘bola pesada’. Esta consiste en un golpeo de pelota que hace que seamuy difícil responder el golpe. Uno necesita practicarla mucho, dedicar tiempo, sacrificio y esfuerzo”, comenta Cristy.

Ahora Cristy entrena con hombres, hasta mayores que ella, debido a que no hay equipo de mujeres en donde ella suele practicar. Dos horas de tenis y una de físico es su rutina. Actualmente mantiene sus metas firmes: jugar torneos para tenistas jóvenes, mantener un buen promedio en su escuela, tener una beca deportiva en Boston y probarse